Vacaciones y Decisiones

Vacaciones y Decisiones

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Me ha parecido curioso hacer una clasificación de las Vacaciones o tal vez sea mejor decir hacer una exposición de la evolución de las mismas. Bueno, sea como sea, espero que te sientas identificado al igual que yo y así hacer los reajustes necesarios y permitirte unas merecidas vacaciones. Vamos con mi parodia vacacional.

Vacaciones Ibéricas


Se ha creado la fama de que todo españolito de clase media toma sus vacaciones solamente en agosto. Lo que debería ser un mes para alejarse del bullicio, el trabajo, el estrés y la presión y tomarse la vida con más calma para reencontrarse con uno mismo, acaba yendo a los sitios más concurridos, es decir, a playas atiborradas de gente que no cabe ni un alfiler (¿dónde está Wally?) y dejas tu toalla o silla de la playa y vuelves dos horas después y crees que así estarás en primera línea (no sé si a día de hoy esta estrategia de ‘autoreserva’ sigue funcionando); a restaurantes petados que, aún habiendo hecho reserva, tienes que esperar un buen rato de pie y lo único que te ofrecen es fritanga mientras engañas a tu estómago con otra caña más; a hoteles saturados donde tu habitación está pegada a la del vecino (como ocurre en tu propia casa) y las paredes son más finas que el papel de fumar y justo que habías decidido que estas vacaciones dejabas el Lorazepam, el Alprazolam o el Trankimazin para regular tus ciclos circadianos. Por cierto ¿has tenido algún vecino que le gustaba mover sus muebles de madrugada? Sabía que no era la única.


Lo que tendría que haber sido un mes para desconectar se convierte en otro mes con más estrés que en pleno invierno y ya sólo pensar en la ‘vuelta al cole’ te entran ganas de retomar tus medicamentos que todos llevan una z (zzz) y olvidarte de la melatonina de la herboristería. Creo que el ser humano o no se sabe organizar orgánicamente (es decir, distribuir las vacaciones a lo largo del año o elegir diferentes lugares vacacionales y no ir todos a los mismos spots) o es que nos gusta estar muy pegados y amontonados, aunque haga calor. Lo comento porque en Menorca es curioso ver yates, catamaranes o veleros de gran envergadura que fondean super pegados a la costa, está claro que lo hacen para protegerse de la intemperie pero ¿realmente hace falta pegarse tanto? ¿O es una necesidad de los ricos de ser vistos? (Deja tu comentario abajo si tienes velero y nos cuentas la verdadera razón).

Muchos cuando acaban las vacaciones necesitan otro mes más para reponerse de todos los excesos ya que estamos saturados de mala comida, de mucha comida, de exceso de alcohol; de ir de aquí para allá viendo los monumentos de la zona (sudando como cerdos) y bombardeando a Instagram con 500 mil fotos de paisajes y piedras (espero que tus seguidores te sigan siguiendo); de alquilar un apartamento y compartir gastos con toda la familia al completo (abuelos, tíos, primos, sobrinos y otros acoplados) y acabar de los nervios mientras te bañas en la piscina del complejo que tiene más pis que cloro.

Retiros Espirituales

Y muchos otros se van al polo opuesto (no me refiero al Polo Norte, que podría ser una opción). Se han puesto tan conscientemente de moda que te vuelves tan espiritual que hasta te molesta que los pájaros píen. Y aquí comes muy poco, interactúas menos y te entra ansiedad de estar tanto tiempo a solas contigo mismo y con un vacío enorme al tener todo el espacio/tiempo del mundo para ti.

Sé que muchos estaréis pensando que ahora hay otro tipo de retiros que no son tan estrictos pero seamos realistas: ¿son realmente retiros? Yo creo que es la excusa perfecta para hacer creer a los demás que tu rollo (y el mío) es muy espiritual porque llevas una esterilla ecológica, unos mallas sostenibles y vas con tu kombucha o tu té matcha a toda partes; porque la palabra Universo la utilizas en cada frase que haces; porque si alguien alza la voz o hay algún ‘conflicto’ tu lengua se la traga uno de los tantos gatos de la casa; porque te entra un mal cuerpo si tu cama no está orientada al Norte y si a la habitación no le han puesto como mínimo incienso. Pero aquí puedes estar tranquilo porque todos son intolerantes a la lactosa, el gluten y la soja y todos tienen más problemas y traumas que tú que ni el Espíritu Santo podría arreglarlos.

Lugares Exóticos

Otra moda muy de moda es irse a países lejanos y exóticos y cuanto más lejos mejor. Y ya estamos yendo tantos que lo oriental se está haciendo muy occidental. Y si a todo esto le sumamos la cantidad de horas que nos pasamos en el avión, en el jetlag, en las diarreas y otros malestares corporales, las vacaciones pueden convertirse en un verdadero suplicio y sin darte cuenta ya es hora de hacer las maletas. Sólo de escribirlo me están entrando ganas de quedarme en casa…

Las agencias de viajes nos enseñan imágenes de Photoshop de playas idílicas y cuando llegas al lugar elegido, sólo ves una palmera y el mar está tan movido que es imposible darse un baño en condiciones y para más ‘inri’ llega el monzón y se nos pone a llover. Por lo menos eso es lo que yo me encontré en Kerala, nada que envidiar a Menorca, mucho mejor las playas de aquí que las de allí. Deberíamos ser prácticos y escoger lo mejor para nosotros. Qué más da si no hemos visto ‘in situ’ la pirámide de Tutankamon o el Taj Mahal (atiborrado de gente donde no cabe ni un alfiler, otra vez con el alfiler). ¿Es realmente imprescindible esa foto que pasará a la posteridad en Instagram?

Creo que no nos hace falta irnos tan lejos para desconectar, para encontrar ese rinconcito donde regenerarnos. No quiero ir de rollo espiritual (o tal vez si) pero tal vez tendríamos que buscar un lugar donde conectar con nosotros mismos en vez de buscar sitios para evadirnos y escapar pero ya sé, no es nada nuevo, cuando digo que vayas donde vayas tu mochila llena de piedras te acompaña como un perro fiel. 

Descanso y Microdescansos

En España tenemos tanto playas como montañas que nada tienen que envidiar a las extranjeras y hospedajes de calidad donde te ofrecen una comida exquisita en un espacio lleno de vida y además a un precio muy razonable y no hay tanta gente. Ahora me siento como una agencia de viajes… Ya hay gente en el mundo de la hostelería preocupada e interesada para satisfacer lo que realmente necesita nuestro cuerpo y también nuestra alma: Descanso.

Descanso que es lo que todos anhelamos pero descanso auténtico. Por fin salió la palabra clave.

Descanso para nuestra Alma, para nuestros órganos saturados, descanso de tantos enfados, gritos, autosabotajes, automaltratos, ansiedades, miedos, quejas, estrés y resentimientos…

Puedes ahora mismo hacer un descanso que podemos llamar microdescanso. Simplemente es parar, parar un momento, tumbarte en el suelo. Si, ahora mismo, para un momento, túmbate en el suelo, cierra los ojos, respira profundamente, date un par de minutos. ¿Y ya está? Pues sí, tan sencillo como eso. Yo lo hago tres veces al día y me va fenomenal. Pruébalo y verás que los microdescansos saben a gloria.

Espero que antes de comprar los billetes o confirmar reservas de hotel, te preguntes si quieres realmente ir al destino elegido. Nadie te obliga, eres libre de cambiar de opinión, nadie te apunta con una pistola (el ego si, claro) y te dice:’¡Ya has decidido! ¡No hay vuelta atrás!’

Y oye que para encontrar el Descanso no hace falta irse a la montaña más alta de tu pueblo (que no te voy a negar que puede ayudar) pero, como te he dicho, puedes hacerlo aquí y ahora si te lo permites. Como ves ya sabes quién es el que toma todas las decisiones de tu vida que, por cierto, si no lo sabes en teoría deberías ser Tú. 

Yo Isasi

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