A la mayoría de nosotros nos hubiera gustado dedicarnos a algo inalcanzable (casi todos ser famoso) y que ahora por la edad ya es imposible: Futbolista, actriz, médico, músico, modelo, pintor, bailarina… Pero por favor, aterricemos no para darnos el tortazo, que también, sino para dejar de soñar como si fuéramos niños, muchos lo seguimos siendo, y ser más realistas.
Así que te hago la pregunta del millón: ¿A qué quieres dedicarte realmente? Seguro que algunos seguiréis insistiendo con lo mismo y alguno seguirá deseando incluso ser astronauta. Vamos a ubicarnos de una vez porque la frase de que ‘todo es posible’ creo que la hemos sobrevalorado porque todo es posible si te ubicas en tu realidad. Ya sé que mucho daño ha hecho Hollywood y también Papa Noel pero no son excusas para no aceptar que hay situaciones, oficios y encuentros imposibles, que nunca se darán porque no están dentro de nuestra realidad, de nuestro radar, y no porque la visualización del libro ‘Secreto’ no la hayas hecho bien. Y que no, no me insistas, que tampoco me vale que me digas que quieres ser youtuber con un millón de seguidores. ¿Eres consciente del daño que hacen los gurús que promulgan que todo es posible? Considero que es una falta de responsabilidad total por parte de quien lo dice y por parte de quien se lo cree.
Todo esto necesita mucha pasión, destreza, dedicación, constancia, contactos y dinero y si a todo esto le sumamos belleza, juventud, un buen físico y una mente despierta, inteligente y con ambición pues entonces el porcentaje de probabilidades aumenta y además, y no por ser el último es el menos importante, necesitamos tiempo.
Pensamiento Positivo
Así que la frase ‘Todo es posible’ es una falacia al igual que el pensamiento positivo y justo me he puesto a buscar por Google y he encontrado a Barbara Ehrenreich, ensayista y activista social estadounidense. Desde 1991 hasta 1997 fue columnista habitual en la revista Time y había escrito para publicaciones como The New York Times. En 2009 publicó el libro ‘Sonríe o muere: la trampa del pensamiento positivo‘ donde denunciaba el origen y los peligros del pensamiento positivo, corriente de origen puritano que nos obliga a aceptar con una sonrisa bobalicona y espíritu de superación las desgracias más terribles de la vida.
Nos cuenta que el pensamiento positivo fue implementado en los Estados Unidos en la década de los 90 y las compañías se lo adueñaron para hacer ajustes en sus plantillas y así no tener que lidiar con los despidos de sus empleados como medio para tranquilizar su fuerza de trabajo descontenta.
‘El pensamiento positivo es un culto. Le pregunté a un tipo muy brillante de Wall Street: “¿Esta gente con estas ideas piensan que pueden atraer a alguien o algo?” “Absolutamente”, me respondió. Si ganas 500 millones de dólares, realmente de alguna forma puedes.’
‘El giro tuvo mucho que ver con los ajustes de plantilla (down-sizing), cuando las corporaciones se apropiaron del pensamiento positivo como medio de tranquilizar su fuerza de trabajo descontenta. La alternativa es el realismo. Pensemos en lo que realmente sucede; recabemos toda la información que podamos; veamos cuáles son las opciones; busquemos cómo resolver este problema. Suena muy trillado y simplista, pero no es así como el pensamiento ha funcionado.
No creo que el mío sea un enfoque árido, demasiado intelectual. Piensa en lo que estamos combatiendo en el frente económico y ambiental. Una gran cantidad de gente no estaría por la labor. Están las amenazas ecológicas a la especie humana. Hagamos algo al respecto. Lo que sería más irresponsable es decir, “si pensamos que todo irá bien, entonces irá bien”. Barbara Ehrenreich.
Bajemos a Tierra
Deja de creer que puedes ir a la Luna y mira cuáles son tus parámetros, tus capacidades y busca metas realistas. Ya que yo por mucho que lo piense y lo visualice no voy a ser una tenista como Nadal y, lo siento, no quiero ser aguafiestas sino realista y no vale eso de que de pequeño ibas a un club de tenis y tu madre te desapuntó y ya perdiste la oportunidad, que puede ser pero insisto en bajar a tierra.
Otra frase que es similar y que también está haciendo mucho daño: ‘Si puedes imaginarlo es porque es posible’. ¿Somos tan inocentes de creer esta frase? Pues entonces, Houston, tenemos un problema. Por favor, me repito, bajemos a tierra.
Realmente son sueños idílicos que en este momento de nuestra vida pueden ser nuestra afición o hobby y yo, tal vez, podría ser la mejor tenista de mi barrio, eso si practico mucho y le doy dedicación y si tengo dinero y contactos.
Ahora tampoco te creas que te estoy diciendo que te quedes con el culo pegado al sofá porque no hay que visualizar ni pensar en positivo porque estarías igual, antes en el sofá visualizando y nada ocurría y ahora sin visualizar en el sofá viendo Netflix. Cero patatero.
Y aquí aparece el dinero. Tenemos que ser conscientes de que vivimos en una sociedad capitalista y el dinero es tan importante como cuando juegas al monopoly, si no hay dinero pues pierdes.
Estoy convencida que este momento en el que vivimos es idóneo para, en vez de buscar trabajo en algo que no te gusta o no te satisface o querer trabajar de tu sueño inalcanzable que no te daría ni para pipas, es momento para encontrar un trabajo que se te dé bien y que genere valor a ti y a los demás, que te dé más calidad de vida y más tiempo. Creo que así seríamos más realistas y honestos con nosotros mismos y mucho más felices.
‘A los que que llegan a la Luna’ se les suele considerar privilegiados o especiales pero son personas de carne y hueso como tú y como yo con la diferencia de que se lo han currado mucho no, muchísimo, han estado rodeados de gente que han creído en ellos y han invertido su tiempo y su dinero en ellos, han tenido los contactos y si, han tenido dinero o han sido financiados. Lo que está claro que, aún con estos parámetros, si no eres excepcional, el mejor de los mejores pues no te vas a comer ni un rosco. Los enchufaos solo siguen creciendo si realmente son excelentes y se lo trabajan.
En el 2009, Ehrenreich publicó Bright-Sided: ‘Cómo la promoción implacable del pensamiento positivo ha socavado América como respuesta a los libros del «pensamiento positivo», tales como El secreto, que enseñan que «si cambio mis pensamientos, podría tener todo». Le preocupaba que esto fuera delirante o incluso peligroso, porque evitaba lidiar con las fuentes reales de los problemas. Dijo que tal pensamiento alentaba «la culpa de las víctimas, la complacencia política y una huida cultural del realismo», a través de su sugerencia de que el fracaso fue el resultado de no haber intentado «lo suficientemente duro» o creer «firmemente en la inevitabilidad de su éxito», y que aquellos que estaban «decepcionados, resentidos o abatidos» eran «víctimas o perdedores». Ehrenreich abogó por «no pensamiento negativo o desesperación», sino «realismo, revisar lo que realmente está ahí y averiguar cómo cambiarlo».
‘Apostar por ti te da mucho más que una situación mejor. Te devuelve a tu Vida’. Alexandre Escot.