Pasamos, o mejor dicho, pasaremos 27 años de nuestra vida durmiendo, 11 años trabajando, 5 años comiendo y bebiendo, 3,3 años en desplazamientos al trabajo, a la escuela, etc., 6,7 viendo Netflix y redes sociales, 1,7 años haciendo deporte, 3,3 años en higiene personal, 5 años haciendo tareas domésticas. Y si vivimos una media de 80 años, los 18 años restantes serán para aburrirse, esperar, pensar, etc.
Nuestro corazón latirá 2,9 mil millones de latidos, haremos 673 millones de respiraciones, 420 millones de parpadeos, iremos a orinar 175.200 veces, defecaremos 29.200 veces, en total 204.400 visitas al baño.
Eso es lo que significa estar vivo por tanto creo que es fundamental decidir bien cómo queremos usar ese tiempo.
La australiana Bronce Ware es autora de ‘Los 5 arrepentimientos de los Moribundos’, betseller basado en su experiencia como enfermera de cuidados paliativos atendiendo a pacientes en sus últimas 12 semanas de sus vidas. Veamos cuáles son los cinco arrepentimientos más comunes antes de morir:
1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la que los demás esperaban.
2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro.
3. Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos.
4. Ojalá me hubiera permitido ser más feliz.
5. Ojalá hubiera mantenido en contacto con mis amigos.
¿Te sientes identificado con alguno de estos arrepentimientos? Pues te invito a que te pongas en ello.
‘Cada persona experimenta una variedad de emociones, como se espera, que incluyen negación, miedo, enojo, arrepentimiento, más negación y eventualmente aceptación. Sin embargo, cada uno de los pacientes siempre encontró su propia paz antes de partir’.
‘A mi estas confesiones me ayudaron a implementar grandes cambios en mi vida y espero que la gente que lea el libro también pueda entender que la vida está pasando hoy y que ahora es el momento de vivirla‘.
‘Mi principal mensaje es que todos vamos a morir, y que si en este momento nos arrepentimos de algo tratemos de solucionarlo ahora‘.
¿Cómo podrías ser más feliz hoy? ¿Cómo podrías ser más abundante hoy? Tú eres el único que lo decide y que lo puede permitir. Y no me digas que no tienes tiempo porque tú eres dueño de tu tiempo y de cómo te relacionas con él.
¿Cómo vivir auténtica y plenamente? Te invito a que priorices lo que te importa, invierte tu energía donde importa y confía en que cada paso que das hacia la alineación con tus valores te acerca a una existencia verdaderamente abundante.
Después de tantos episodios y artículos hablando sobre relaciones y reflexionando sobre la vida, creo que queda claro que cuando estás en coherencia contigo mismo (piensas, dices y sientes lo mismo) consigues que tu Vida sea Plena. No nos podemos permitir malgastar nuestro valioso tiempo en situaciones que nos contaminan, nos desgastan y nos matan en vida. ¿Sigues anclado en una relación de pareja insatisfecha? ¿Sigues en un trabajo que no te aporta nada sólo estrés y cada día más canas? ¿Sabes por qué malgastas tu tiempo? Te lo digo yo: Porque somos tan ilusos que creemos que somos inmortales, que nunca nos pasará nada y entonces, justo tenemos un buen susto, un accidente, tu madre se muere y ahí es cuando tu cabeza hace un click y el tic tac empieza a sonar en tu cabeza como el despertador de tu época de adolescente.
Tu Tiempo es Oro
El proverbio en inglés ‘time is money’, significa que el tiempo es valioso y no se debe desperdiciar porque su uso o pérdida tiene un costo. El concepto, popularizado por Benjamin Franklin enfatiza que el tiempo perdido es dinero no ganado, y por lo tanto, debe ser invertido sabiamente. También, en inglés, tanto time como money son sustantivos incontables, por lo que se usa en preguntas como ¿cuánto tiempo? o ¿cuánto dinero?.
Esta frase destaca la importancia de aprovechar el tiempo, pues, como el dinero, se puede ganar o perder. No hay que perder el tiempo en tareas no productivas, ya que ese tiempo podría ser utilizado para trabajar, aprender o invertir, lo que en última instancia resultaría en un beneficio económico.
Freud y el Tiempo: Pasado, Presente y Futuro
Para Sigmund Freud, el tiempo no es una experiencia lineal y externa, sino una construcción psíquica del propio inconsciente, donde pasado, presente y futuro no están separados, sino que coexisten en una dinámica eterna. Esta concepción de la temporalidad del inconsciente es un concepto central en su obra, que demuestra cómo los procesos mentales inconscientes no se rigen por el tiempo cronológico, sino que pueden reescribir y transformar la experiencia pasada para influir en el futuro.
El inconsciente, para Freud, no está sujeto a la linealidad del tiempo. Las experiencias inconscientes no se degradan ni se alteran con el paso del tiempo, sino que permanecen presentes y disponibles para ser reelaboradas en el presente. Por eso en mis sesiones cuando tratamos el trauma lo traemos al presente ya que el inconsciente cree que ese trauma vive en nuestro momento actual o nos vamos al pasado ya que es exactamente lo mismo. El inconsciente no distingue ni de tiempo ni de espacio.
Entonces, Freud distingue el tiempo psíquico del tiempo físico. El primero es una construcción que el psiquismo crea y organiza, mientras que el segundo es el tiempo lineal que medimos y experimentamos en la vida cotidiana.
- En la experiencia psíquica, el pasado no se elimina, sino que se transforma y se adapta a través de procesos inconscientes e influye en las elecciones futuras.
- Los procesos psíquicos en el inconsciente no siguen una secuencia temporal lineal; el pasado, el presente y el futuro coexisten. Esto es una ventaja para la terapia.
- El tiempo lineal y mensurable no se aplica a los contenidos del inconsciente, los cuales no se modifican ni se organizan con su transcurso.
Esta atemporalidad se hace evidente en los sueños, donde elementos de distintas épocas se entremezclan sin seguir una lógica temporal clara, y en los síntomas, que a menudo repiten conflictos pasados en el presente.
La falta de una cronología hace que los conflictos y las fantasías infantiles permanezcan ‘vivos’ en el inconsciente, pudiendo reaparecer en la edad adulta. Yo lo considero una ventaja para reparar el trauma de manera consciente.
Los sueños son una de las formaciones del inconsciente que mejor ilustran esta atemporalidad, ya que presentan un tiempo donde se mezclan el pasado, el presente y el futuro sin orden ni concierto.
Carl Jung: Chronos y Kairós
Jung exploró el tiempo en dos dimensiones principales: el Chronos cotidiano y lineal del mundo consciente y el Kairos más fluido y subjetivo de los momentos inconscientes y significativos. Su teoría de sincronicidad postula que pueden ocurrir coincidencias significativas y acausales, que trascienden el tiempo lineal y sugieren una realidad multidimensional más profunda donde el pasado, el presente y el futuro están interconectados.
La sincronicidad es el concepto de coincidencias significativas entre dos o más eventos que, aunque no tienen una conexión causal aparente, poseen un significado especial para quien las experimenta. Jung creía que la sincronicidad no era un mero azar, sino una manifestación de un orden más profundo y una conexión entre el mundo interior y el exterior.
Jung analizó la importancia psicológica de dos etapas específicas de la vida: Los primeros 40 años son vistos como un período de investigación o preparación, reuniendo conocimientos y experiencia. Y después de los 40, la vida comienza de nuevo, ya que los individuos adquieren mayor claridad, estabilidad emocional y la capacidad de vivir en el momento presente, fomentando la verdadera individualización y la autoconversión.
Tiempo lineal versus tiempo subjetivo
- Chronos: El tiempo convencional, cronológico y basado en el reloj, que rige la vida diaria y es experimentado por la mente consciente.
- Kairós: Una sensación subjetiva y cualitativa del tiempo, vinculada a momentos de profunda trascendencia psicológica, intuición y experiencia espiritual. Jung creía que esta dimensión es esencial para una psique sana, permitiendo a las personas liberarse de las limitaciones de la causalidad lineal.
Mientras que Freud veía la atemporalidad confinada al inconsciente, Jung amplió esto, sugiriendo que existe un reino más profundo y multidimensional más allá del mundo cotidiano y limitado por el tiempo. Este reino es rico en significado y conexión, lo que permite una experiencia holística que va más allá de la linealidad temporal.
La Importancia del Tiempo
El tiempo es esencial porque es nuestro recurso más valioso y no, no es renovable. Tu tiempo te permite que logres tus objetivos, que puedas experimentar tu crecimiento personal y cómo tus relaciones. Es nuestro marco fundamental para nuestra existencia.
Es un recurso limitado e irremplazable que a diferencia de otros recursos, el tiempo no se puede crear ni recuperar ya que una vez que se ha ido, se ha ido y no regresa. Es el bien más preciado que poseemos.
- Usarlo sabiamente permite planificar, establecer metas y alcanzar sueños.
- Nuestro aprendizaje, nuestras experiencias y nuestro desarrollo personal están determinados por cómo utilizamos nuestro tiempo.
- El tiempo rige las rutinas diarias, influye en las decisiones y, en última instancia, determina el curso de nuestras experiencias y el viaje de la vida.
- Dedicar tiempo al descanso, a las aficiones y a las relaciones es crucial para mantener tu salud física y mental, lo que conduce a que tengas una vida más plena y equilibrada.
- Invertir tiempo en tus seres queridos fortalece los lazos y crea un sentido de conexión y pertenencia. Y las empresas que tienen éxito suelen ser aquellas que gestionan su tiempo eficazmente, planifican sus tareas y se mantienen concentradas en sus objetivos.
Perder el tiempo es perder oportunidades que nunca volverán. La procrastinación (acción de posponer o retrasar tareas importantes y necesarias) y la mala gestión del tiempo pueden generar sentimientos de arrepentimiento por cosas no hechas. Si no priorizas lo que es importante en tu vida seguramente tendrás una existencia infeliz y poco satisfactoria.
¿El Tiempo pasa volando?
El tiempo se siente más lento cuando estamos aburridos, cuando estamos en la cola del super, cuando estamos esperando a alguien en nuestra primera cita o esperando noticias de algún familiar en el hospital, cuando estamos en un examen o prueba importante, cuando estamos en clase o cuando estamos en horario de un trabajo que no nos gusta. Mientras que se siente más rápido cuando estamos felices, emocionados o profundamente concentrados en una actividad. Esto sucede porque nuestro sentido interno del tiempo, o tiempo subjetivo, es flexible y está influenciado por factores como las emociones, la atención y la novedad de nuestras experiencias.
El tiempo pasa volando sobre todo cuando nos hacemos mayores y según los expertos: La dopamina, un neurotransmisor implicado en la percepción del tiempo, disminuye con la edad. Esto afecta la forma en que se procesan las experiencias cotidianas, lo que contribuye a la sensación de que los días pasan más rápido. El cerebro de una persona joven procesa información a un ritmo rápido, lo que genera una mayor cantidad de imágenes mentales en un período dado. Con la edad, la degradación de las vías neuronales puede ralentizar el procesamiento de nueva información, haciendo que parezca que el tiempo se mueve más rápido‘.
Así que un año para un niño de 5 años es el 20% de su vida mientras que para un adulto de 50 años es solo el 2%. Esto significa que los primeros años parezcan más largos y detallados.
El neurocientífico cognitivo Devin Terhune coincide con Marc Wittmann, neuropsicólogo y una eminencia en el campo de la percepción del tiempo y los estados mentales alterados: ‘Yo diría que la conciencia del tiempo y la de uno mismo se modulan de forma conjunta. ¿Qué pasa cuando estás aburrido? Estás vinculado en gran medida con tu propio yo. Te vuelves más autorreflexivo, sientes tu yo corporal de forma mucho más intensa y tienes la sensación de que no pasa el tiempo. Sin embargo, cuando eres menos consciente de ti mismo, por ejemplo, cuando estás manteniendo una conversación interesante o viendo una película, sientes como si flotaras, no adviertes tanto tu propio yo y te da la sensación de que el tiempo vuela. En ese momento te das cuenta de hasta qué punto la percepción de uno mismo y del tiempo están totalmente relacionadas’.
Factores que hacen que el tiempo parezca más lento
- Cuando estás aburrido o esperando que algo suceda en una fecha concreta, cuando te han quitado el carné de conducir porque te vuelves muy consciente de cada segundo que pasa haciendo que el tiempo parezca que avanza lentamente.
- Las emociones intensas como el miedo o la ansiedad también pueden distorsionar tu percepción, haciendo que el tiempo parezca pasar más lento.
- Procesar mucha información nueva o compleja requiere más energía cerebral y crea recuerdos más detallados, lo que hace que el tiempo parezca más completo y más lento.
- Los niños experimentan información nueva, por lo que el tiempo les parece más lento, pero a medida que crecemos, nos encontramos con menos eventos novedosos y el tiempo puede parecer acelerarse. Recuerdo que cuando era pequeña los sábados por la mañana se me hacían eternos con mi hermana esperando en el coche a mi padre mientras él hacía ‘recados’ o cuando teníamos ganas de hacer pis y nos decía que ya estamos casi llegando.
Factores que hacen que el tiempo parezca más rápido
- Cuando estás disfrutando de una actividad o estás en un estado de fluidez, prestas menos atención al paso del tiempo haciendo que parezca que pasa rápidamente.
- Las rutinas predecibles y la falta de nuevas experiencias tienden a hacer que el tiempo parezca volar porque el cerebro las procesa con menos energía.
- Las emociones positivas y la alegría a menudo se asocian con el tiempo que parece pasar en un abrir y cerrar de ojos.
Historia del Tiempo
El tiempo de Cronos es simplemente el tiempo cronológico, la forma en que medimos cuantitativamente nuestros días y nuestras vidas.
Llevamos siglos marcando y organizando nuestras vidas según algún el tiempo cronológico. Los egipcios y los babilonios contaban con sistemas para dividir los días en segmentos medidos. Los babilonios utilizaban un sistema numérico en base 60, en lugar del sistema decimal que usamos hoy. El número 60 es un número muy útil para los cálculos porque tiene muchos divisores (1, 2, 3, 4, 5, 6, 10, 12, 15, 20, 30, 60), lo que facilitaba las divisiones exactas y el trabajo con fracciones, especialmente en la astronomía. Crearon el sistema sexagesimal, base 60, que dividió el día en 24 horas, la hora en 60 minutos y el minuto en 60 segundos, un sistema que aún utilizamos hoy para medir el tiempo.
En la Antigüedad se usaba el sol, la luna y las estrellas para marcar días, meses y estaciones. Y nacieron los primeros calendarios, como el egipcio, el maya y el chino.
Aproximadamente 3500 a.C., los primeros relojes fueron el reloj de sol que medía el tiempo con sombras; las clepsidras (relojes de agua, que medían el tiempo según el flujo constante del agua de un recipiente a otro) y relojes de arena (paso de arena fina entre dos ampollas de vidrio) y las velas marcadas (útiles durante la noche y en interiores) que quemaban a un ritmo constante.
Y en la Edad Media surgieron los relojes mecánicos, primero en torres y luego en versiones portátiles. En la Edad Moderna con el invento del péndulo (siglo XVII) y los relojes de bolsillo, mejoró la precisión. En el siglo XX nacieron los relojes de cuarzo (más exactos y económicos) y los digitales. Se popularizó el reloj de pulsera. En la actualidad usamos relojes atómicos, usan la vibración de átomos, tan precisos que definen el tiempo oficial. Hoy el tiempo está sincronizado globalmente mediante relojes atómicos y señales satelitales. Nuestros móviles, ordenadores, sistemas bancarios, etc., dependen de esta sincronización perfecta.
Pero el profesor de historia antigua en Harvard, en su libro ‘Time and Its Adversaries in the Seleucid Empire’ (‘El Tiempo y sus Adversarios en el Imperio Seléucida’), explica cómo la invención de un nuevo tipo de tiempo por parte del Imperio seléucida ―y las rebeliones contra esta visión del mundo― transformaron la manera en que organizamos nuestros pensamientos sobre el pasado, el presente y el futuro. En una iniciativa radical para imponer la unidad y regular el comportamiento, esta potencia imperial greco-macedonia introdujo una concepción lineal y trascendente del tiempo. Bajo el dominio seléucida, el tiempo ya no se reiniciaba con cada nuevo monarca. En cambio, los años numerados progresivamente, idénticos al sistema que utilizamos hoy —continuos, irreversibles, acumulativos—, se convirtieron en la medida de facto de la duración histórica. Esta nueva temporalidad, propagada por todo el imperio, cambió la forma en que las personas realizaban negocios, registraban eventos y se orientaban hacia el mundo en general. Sin embargo, quienes desafiaron este orden fueron sujetos rebeldes que resucitaron su pasado prehelenístico y crearon marcos temporales apocalípticos que predijeron el fin total de la historia. La interacción de estas temporalidades complejas y contrapuestas, argumenta Kosmin, condujo a desarrollos religiosos, intelectuales y políticos de gran alcance.
Pero antes de eso, no existía una forma uniforme de medir el tiempo pasado ni de hablar del tiempo futuro. Las comunidades registraban el paso del tiempo de forma independiente, basándose en su ubicación geográfica y factores determinantes como regímenes políticos, ritmos agrícolas, oficios religiosos, eventos y guerras.
Tiempo Cualitativo. Kairós
Como con todo lo cuantificable, aprendemos rápidamente a preocuparnos por si tenemos suficiente o no. ‘No pierdas el tiempo’, ‘el tiempo no espera a nadie», ‘el tiempo es oro’, y tememos perderlo, que se agote o que nos consuma y nos arruine. Tendemos a pensar en el tiempo como algo que juega en nuestra contra, en lugar de a nuestro favor, un elemento de la vida que nos quita en lugar de darnos. Los días marcados únicamente por el tiempo de Cronos nos atan de maneras que pueden resultar restrictivas, exigentes y absorbentes. ¿Y si todo fuera una ilusión?
Pero ¿cómo contabilizamos el tiempo cualitativo de nuestras vidas? ¿Cómo honramos el tiempo kairós, lo que los antiguos griegos entendían como el momento más oportuno para algo nuevo? Kairós (o Caerus) era el dios griego de la oportunidad. Para comprender el tiempo kairós, debemos liberar parte de nuestra ansiedad en torno al tiempo cronos. Todos tenemos responsabilidades y compromisos laborales y familiares que exigen un estricto cumplimiento de horarios y planes. Pero creo que podemos aprender a gestionar el tiempo de una manera que no solo nos asegure el logro de nuestras metas profesionales y responsabilidades, sino que también nos mantenga abiertos a que la vida nos guíe de maneras que quizá no hayamos previsto, que nos mantenga lo suficientemente perspicaces como para interpretar nuestro entorno y adaptarnos en consecuencia. Un momento kairós puede surgir en cualquier momento, durante cualquier período cronológico. Puede ser tan insignificante como reconocer esa necesidad repentina de dar un paseo al aire libre para despejar la mente o darte un baño en el mar, confiando en que un acto tan sencillo de autocuidado no es una pérdida de tiempo, sino un tiempo asequible e imprescindible. La meditación, la lectura tranquila, los paseos, mirar por la ventana, pescar, contemplar el arte, bailar, cocinar a fuego lento, las conversaciones de escucha consciente, actuar en el momento cuando tu intuición te habla, todo esto te mantiene atento, abierto y en sintonía con el presente, donde reside la oportunidad del kairós, en el aquí y ahora. Me pregunto, si estuviéramos más acostumbrados a vivir en el tiempo kairós, ¿seríamos más propensos a considerar que el tiempo no es algo a lo que temer, retener u obtener? ¿Podemos empezar a aceptar la posibilidad de que los momentos y las estaciones presentes de nuestras vidas tengan un propósito más allá de lo que puedan dictar los calendarios y las agendas apretadas?
Hay algo liberador en entregarnos por completo al kairós. Deberíamos considerar aprender a permanecer en nuestras circunstancias presentes y encontrar el coraje de preguntarnos: ¿Para qué es el tiempo? Y luego tomarnos el tiempo para escuchar y actuar. Enuma Okoro, escritora y conferenciante.
Con el kronos todo está organizado más eficazmente pero podemos caer esclavos de nuestro propio tiempo que creemos controlar. Y el tiempo se convierte en restrictivo, exigente y desgastador.
‘Normalmente, concebimos el tiempo como algo sencillo, fundamental, que discurre de manera uniforme, indiferente a todo, desde el pasado hacia el futuro, medido por los relojes. En el curso del tiempo se suceden en orden los eventos del universo: pasados, presentes, futuros. El pasado está fijado, el futuro abierto… Bien, pues todo esto [desde la física actual] se ha revelado falso’. Carlo Rovelli, físico.
‘¿Explicar el tiempo? ¡No sin la existencia! ¿Explicar la existencia? ¡No sin el tiempo! ¿Desvelar la profunda conexión oculta entre tiempo y existencia? (…) Una tarea para el futuro’. John Wheeler, físico, 1911-2008.
Matar el Tiempo
Matar el tiempo. Es una frase común. Hablamos de malgastar el tiempo, desperdiciar tiempo, hacer tiempo, pasar el tiempo, tener tiempo (o no), ahorrar tiempo y por supuesto, matar el tiempo. ¿Qué nos dice la forma en que hablamos sobre el tiempo acerca de cómo lo vemos?
Las palabras que usamos para describir terminan describiéndonos a nosotros mismos. En ocasiones experimento el tiempo como un regalo infinito, disponible y lleno de gracia y posibilidades. Y otra veces lo experimento como limitado y escaso, algo que necesito controlar, proteger y dominar.¡ Qué ambigüedad! ¿Verdad?
Que encuentres los umbrales del cronos al kairós a medida que transcurre tu semana. A medida que la vida se desarrolla, recuerda la sabiduría del kairós: que todo sucede en el momento oportuno, de la manera correcta. Que disfrutes, compartas, te despiertes, te relajes, disfrutes y animes tu tiempo en el cronos.
- ¿En qué momento de tu vida has experimentado el kairós??
- ¿Cómo te sentiste?
- ¿Qué lo hizo kairós?
- ¿Cómo te sientes cuando lo recuerdas?
- ¿Cómo supiste que era el momento de kairós?
- Presta atención a tu lenguaje sobre el tiempo.
- ¿Qué te dice esto acerca de tus creencias sobre el tiempo?
- ¿Cómo puedes referirte al tiempo?
Final del Tiempo
En baloncesto está el tiempo muerto para que durante un minuto se puedan hacer ajustes.
Como seres humanos, todos tenemos dos cosas: Tiempo y energía. Usamos ambas para cultivar experiencias y crear interacciones sociales. El tiempo, en diferentes grados, es uno de los fundamentos del nacimiento y de la existencia humana. Es cuando nuestro reloj personal empieza a correr hasta que llegamos a la muerte.
Todos sabemos que tenemos tiempo. Simplemente no sabemos cuánto ni cuándo se acabará. Si tenemos el privilegio de gozar de buena salud y vivimos en una época cultural donde la vida es relativamente pacífica, es muy probable que vivamos una esperanza de vida normal, de al menos 80 años para las mujeres y casi 75 años para los hombres, con un promedio de 77 años para ambos sexos. Juntos, el tiempo y la energía forman la base de cada una de nuestras vidas.
Sólo depende de nosotros saber aprovecharlo y disfrutarlo. A veces tener ese tiempo muerto puede servir para recapacitar sobre nuestra existencia y realizar cambios significativos que nos lleven a saber disfrutar de él.
No pierdas el tiempo con cosas insignificantes o grandiosas, el tiempo no cura nada y permite que el tiempo sea un vehículo que te transporte a una vida mejor porque, queramos o no, tu tiempo merece ser usado y disfrutado con calidad. Honra tu tiempo en tu existencia de vida.
Y compártelo con quienes se lo merecen y no lo desperdicies en situaciones o con personas que no se lo merecen.